Thomas Samuel Kuhn fue un filósofo, historiador y científico estadounidense, nacido el 18 de julio de 1922 en Cincinnati, Ohio, y fallecido el 17 de junio de 1996 en Cambridge, Massachusetts. Es ampliamente conocido por su obra The Structure of Scientific Revolutions, publicada en 1962, que transformó la manera en que se concebía la historia y la filosofía de la ciencia.
Kuhn se graduó en 1943 en la Universidad de Harvard, donde estudió física. Durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió en el programa de entrenamiento del ejército de los Estados Unidos para el personal de guerra, lo que le permitió continuar sus estudios en física. Después de la guerra, regresó a Harvard, donde obtuvo su doctorado en 1949, con una disertación sobre la teoría de los colores en la óptica.
Las contribuciones de Kuhn a la filosofía de la ciencia comenzaron a hacerse evidentes en la década de 1960. En The Structure of Scientific Revolutions, Kuhn introdujo el término “paradigma” para describir las teorías y prácticas que dominan en un campo científico en un momento dado. Argumentó que la ciencia no avanza de manera lineal y acumulativa, sino a través de una serie de revoluciones en las que un paradigma es reemplazado por otro. Este cambio, según Kuhn, se produce a medida que los científicos enfrentan “anomalías” que no pueden ser explicadas por el paradigma vigente, lo que eventualmente lleva a una crisis y a la adopción de un nuevo paradigma. Este concepto fue revolucionario y impactó profundamente tanto en la filosofía como en la sociología de la ciencia.
El enfoque de Kuhn contrasta con la visión cartesiana que considera la ciencia como un proceso racional y continuo. En cambio, Kuhn argumenta que la ciencia está influenciada por factores sociales y políticos, y que el contexto histórico desempeña un papel crucial en el desarrollo del conocimiento científico. Este aspecto de su trabajo ha generado un amplio debate y ha influido en el desarrollo de otros campos, como la sociología y la teoría crítica.
Además de The Structure of Scientific Revolutions, Kuhn escribió otros trabajos importantes, como Leviathan and the Air-Pump, en coautoría con Simon Schaffer, donde explora el papel de la experimentación en la ciencia. Su interés por la historia de la ciencia le llevó a examinar cómo se han desarrollado distintos campos en contextos históricos específicos, ofreciendo así una visión más matizada de la práctica científica.
Kuhn ocupó diversas posiciones académicas a lo largo de su carrera. Fue profesor en la Universidad de California, Berkeley, y luego en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. A lo largo de su vida, recibió numerosos honores, incluyendo la Medalla Nacional de Ciencias de los Estados Unidos en 1983.
A pesar de su notable influencia y reconocimiento, el trabajo de Kuhn también ha generado críticas. Algunos científicos y filósofos argumentan que su concepto de paradigma es demasiado vago o que subestima la continuidad en la ciencia. Sin embargo, su obra ha dejado una huella indeleble en el pensamiento contemporáneo sobre la ciencia y su historia, convirtiéndolo en una figura central en la filosofía de la ciencia moderna.
En sus últimos años, Kuhn continuó escribiendo y reflexionando sobre la naturaleza del conocimiento científico y su enseñanza. Su legado perdura en la manera en que se estudia y se debate la ciencia, así como en la manera en que se percibe la relación entre la ciencia y la sociedad. Su obra ha influido no solo en filósofos y científicos, sino también en un público más amplio, cimentando su lugar en la historia del pensamiento crítico.
Thomas S. Kuhn dejó un impacto duradero, no solo en el ámbito académico, sino también en la forma en que entendemos la evolución del conocimiento y la práctica científica en un mundo complejo y en constante cambio.