Como Sepulcros Blanqueados
¡Ven, Esposa! Antes que lleguen las tormentas del invierno. ¡Iglesia, escucha mis reclamos! “Porque con amor eterno te he amado” ¡Ven! Para vestirte de bordados y de sedas; y para que huelas con olores agradables déjame que unja con ungüentos tus ropajes. Para que seas perfecta, para adornarte con alhajas de oro y plata, para poner de mi hermosura sobre ti.” ¡Ven, Hermosa! que también tengo manjares para llenar tu boca. Miel, aceite y flor de harina quiero darte. No estés desnuda... no estés más sola... ¡Abre tus ojos, respóndeme! Pues aunque no tengas corona todavía que...