“Ríos de amor” y “Cuentos contados por niños...y no tan niños, ellos también tienen algo que contar”

Esta obra hay que considerarla como un conjunto armónico y orquestal, de tal manera que se produzcan y reconozcan los temas (a veces repetitivos), los ritmos, los tempos y la estructura a través de un sistema sincronizado y temático. Una ópera conver¬tida en un rítmico poemario de amor, de fortuna y de desgracia. La estructura de este poemario es: Hipótesis cero: Orión Karma (contiene 12 hipótesis). Hipótesis primera: La vida viva (compuesta por 22 poemas). Hipótesis segunda: La vida ya vivida (integrada por 18 poemas). Hipótesis tercera: La vida por vivir (contiene 18 poemas)....

Tal i como se nos advierte desde el mismo título, este libro toma a la muerte como motivo central, entendida no como transcendencia, sino como parte indisolciable de la vida mundana. Así, la autora sittúa su discurso en la vía del existencialismo, desarrollando algunos de sus corolários: el absurdo, el desdoblamiento, la disolución de la identidad, la náusea... No renuncia, sin embargo, al lirismo, generalmente comedido, conciso, centrado en conceptos, tales com el río o la niebla, que eleva a símbolos.

Con la concesión del Premio Nobel en 1995 se reconocía una de las aventuras poéticas más arriesgadas y logradas del siglo XX: la de Seamus Heaney. Su obra abordó el abandono de los enclaves rurales, la difícil adaptación a un entrono urbano cada vez más aséptico, y las presiones que la política (y la violencia) ejercen sobre el hombre contemporáneo. Heaney barajó durante años preparar una selección de sus poemas que fuese representativa de su extensísima obra, un libro que sirviese de introducción a su mundo, al tiempo que contendría la médula de su legado. Murió sin...

Es una historia de amor; la de los padres del autor. Provocada por una necesidad de memoria social y familiar. Está enmarcada en la dolorosa época de la guerra de los años 50 en los llanos colombianos, y se articula desde la muerte del padre ––en presente––, tejida con el pasado, en un viaje que se convierte en la vuelta a la memoria familiar y a la del territorio llanero, con saltos narrativos de tiempo, donde la voz de la madre se intercala con la del hijo; y entre los dos, cuentan la novela.