Nosotros somos

Carmelita la de Las Campanas es una novela que obtuvo el Premio Marta Brunet a la Literatura Infantil 2003 (Consejo Nacional del Libro y la Lectura), como reconocimiento a la profunda valoración y sentido de la humanidad expresados en cada una de sus páginas. Esta historia cuenta las experiencias iniciales de una niña, en el marco de su vida integrada en una población de emergencia y sus vivencias en este espacio donde crece junto a sus abuelos. También le toca conocer un ambiente diferente: una familia de un sector acomodado y a un niño que posee dificultades en su desarrollo cognitivo.

Babú y Pupé son dos amigos que debían encontrarse junto a la montaña para jugar pero, al momento de llegar al lugar, ninguno de los dos sabía en dónde estaba el otro... en esta búsqueda, ambos, comienzan a mostrarnos el lado opuesto de las situaciones hasta llegar a encontrarse y disfrutar de su juego.

Después de su viaje a Italia, Morgana viaja a Europa del Este. Allí conoce a Maeva, quien la invita a bailar con ella en un circo ambulante. Luego su destino cruza el de Enzo, un atractivo domador de animales salvajes. Deciden ser amigos, pero ¿realmente es eso lo que quiere ella? ¿Puede el hermoso gitano domesticar su apasionado corazón? ¿Y qué hace su amiga Maeva todas las noches después del show? ¿Tendría un secreto pesado? En este segundo volumen, Morgana continúa su "Viaje hacia el amor" en compañía de Maeva, una hermosa gitana con quien desarrolla una amistad conmovedora....

La bulliciosa mente de Laura siempre está imaginando y construyendo mundos. Un conejo parlante vestido de Versace, luchas entre ángeles y demonios, un peluche que huye despavorido, un vikingo del siglo XXI, una brecha entre dos mundos, escenarios a medio escribir, pero… ¿y si fueran más que simples historias sobre un papel? Cuando al salir de la ducha se encuentra con un visitante inesperado Laura se da cuenta de que ese va a ser un sábado diferente: ¿desde cuándo los peluches salen corriendo? Su mejor amigo, Manu, llegará a tiempo de poner un poco de cordura, aunque él siempre...