Fedor Mijailovich Dostoievski, nacido el 11 de noviembre de 1821 en Moscú, Rusia, es considerado uno de los más grandes novelistas de la literatura universal. Su obra ha influido enormemente en la filosofía, la psicología y la literatura moderna, y ha sido fundamental en la exploración de la condición humana.
Dostoievski provenía de una familia de médicos, aunque su padre, Mijail Dostoievski, fue un médico militar que murió cuando Fedor tenía solo 16 años. La temprana muerte de su padre dejó una huella profunda en el joven, quien se formó en el ambiente académico de la Escuela de Ingeniería Militar de San Petersburgo. Tras graduarse en 1843, trabajó como ingeniero, pero su verdadera pasión siempre estuvo en la escritura.
Su carrera literaria despegó con la publicación de “Pobres gentes” en 1846, una novela que fue bien recibida y que destacó su capacidad para retratar la vida de los más desfavorecidos. Sin embargo, su vida cambió drásticamente en 1849 cuando fue arrestado por sus actividades políticas, relacionado con un grupo de intelectuales que criticaban al régimen zarista. Dostoievski fue condenado a muerte, pero, en un giro inesperado, su sentencia fue conmutada por trabajos forzados en Siberia, donde pasó cuatro años. Esta experiencia marcaría profundamente su obra posterior.
Tras su liberación en 1854, Dostoievski regresó a San Petersburgo y reanudó su carrera literaria. En esta etapa, comenzó a producir algunas de sus obras más importantes. “Crimen y castigo” (1866) es quizás su novela más famosa, donde a través del personaje de Raskólnikov, explora temas de moralidad, culpa y redención. Ilustra la lucha interna del individuo ante las consecuencias de sus actos. En 1869, Dostoievski publicó “El idiota”, una novela que confronta la naturaleza del bien y el mal a través del príncipe Myshkin, un personaje que encarna la bondad y la compasión en un mundo lleno de egoísmo y corrupción.
La década de 1870 fue un período de gran producción y reconocimiento para Dostoievski. En 1879, publicó “Los demonios”, que aborda la temática de la revolución y la nihilismo en la Rusia de su tiempo, mostrando cómo las ideologías pueden conducir a la destrucción moral. En su última obra maestra, “Los hermanos Karamazov” (1880), Dostoievski reúne muchos de los temas que había explorado a lo largo de su carrera, como la fe, la duda, el libre albedrío y la existencia de Dios. A través de la historia de los hermanos Karamazov, presenta un profundo debate filosófico y teológico que ha resonado en generaciones posteriores.
A pesar de su éxito literario, la vida personal de Dostoievski estuvo marcada por la tragedia. Sufrió de problemas de salud, problemas financieros y la pérdida de seres queridos, lo que influyó en su visión del mundo y su escritura. Se casó en dos ocasiones, la primera con Maria Dmitrievna Isaeva, quien murió en 1864, y la segunda con Anna Grigoryevna Snitkina, con quien tuvo cuatro hijas y un hijo, y quien fue su gran apoyo en los últimos años de su vida.
Dostoievski no solo se destacó como novelista, sino también como ensayista y periodista. Sus reflexiones sobre la sociedad rusa, la moralidad y la psicología humana han sido objeto de estudio en diversas disciplinas. Su exploración de los dilemas existenciales y su capacidad para crear personajes complejos lo han situado como una figura central en la literatura y el pensamiento del siglo XIX.
Fedor Mijailovich Dostoievski falleció el 9 de febrero de 1881 en San Petersburgo. Su legado literario sigue vivo, influyendo en escritores, filósofos y pensadores contemporáneos. La profundidad y la trascendencia de su obra continúan desafiando y cautivando a lectores de todo el mundo, consolidando su lugar como uno de los grandes maestros de la literatura.