Una novia para el viernes
Tessa Había decidido ir hasta Inglaterra, a pesar de que apenas podía permitirse pagar el billete de avión desde Australia, para asegurarse de que su sobrino, que acababa de quedarse huérfano, estaba bien con su abuela. Pero todo empezó a salir mal apenas hubo puesto un pie en el avión. Allí conoció a Charles Cameron, un granjero australiano que, tras la muerte de su tío, acababa de heredar el título de conde y una herencia que debía proteger. Pero, para conseguirlo, debía casarse antes de que acabase la semana y, de repente, decidió que Tessa era la candidata perfecta...