Su posesión más preciada
Romi Grayson solo había probado una vez los seductores labios de Maxwell Black y sabía que debería alejarse... especialmente al descubrir lo decidido que estaba a hacerla suya. Max se enorgullecía de llevar siempre el control y, sin embargo, Romi había logrado colarse bajo sus férreas defensas justo antes de darle la espalda. Pero él estaba decidido a terminar lo que había empezado... El magnate ruso haría lo que tuviese que hacer, incluso recurrir al chantaje, para tener a Romi en su cama. Y su inocencia haría que la ansiada posesión fuese aún más dulce.