La ineptitud de los vampiros
Cuando nos encontremos esperando juntos en la puerta más grande, no habrá entre nosotros desacuerdos: Tú, llamarás a tus torpes ayudantes para que te asistan y por pedir en forma inadecuada, perecerás. Yo, buscaré a los guardianes del infierno y les pediré que lleven tu cuerpo lejos, muy lejos.