Donde no hay agravios no hay celos
Donde no hay agravios no hay celos. Francisco de Rojas Zorrilla Fragmento de la obra Jornada primera (Salen Sancho y don Juan, de camino, con botas y espuelas.) Sancho: O es que te has endemoniado, o es que lo que haces ignoras; en la corte y a estas horas, ¿qué buscas recién llegado? ¿dónde tu discurso va? ¿qué es lo que intentas hacer? Don Juan: Calla, necio; ésta ha de ser la gran calle de Alcalá, que turbada mariposa buscó mi llama o mi estrella. Sancho: ¿Qué quieres hacer en ella? Don Juan: Aquí ha de vivir mi esposa. Sancho: El juicio hemos de perder si hay alguno que...