Cumbres borrascosas
Aveces su fantasía era sobrehumana, siempre inhumana. Dos adjetivos que la voz paradójica de Chesterton dedicó a aquella jovencita que, un año antes de su muerte, publicaba esta borrascosa novela de amor. Un padre clérigo, un hermano borracho y fantasioso, dos hermanas escritoras, una región salvaje azotada por el viento, algunas tumbas junto a la rectoral: tal fue el ámbito en que Emily Brontë vivió, tal el paisaje en que concibió y compuso una de las mejores novelas de toda la literatura inglesa. Desde sus sombríos mundos interiores, escribió una obra en la que, como ha dicho...