Religión y género

Elsa Tamez es una destacada teóloga, escritora y profesora originaria de México. Nacida en 1935, ha dedicado su vida a la investigación y enseñanza de la teología, la literatura y la espiritualidad, siempre desde una perspectiva crítica y comprometida con la realidad social y política de su país y de América Latina.

Tamez completó sus estudios en el área de la teología en diversas instituciones académicas y a través de su trayectoria ha estado involucrada con múltiples grupos eclesiales y académicos que buscan un enfoque más inclusivo y progresista dentro de la iglesia. Se ha destacado en su trabajo por abordar temas de justicia social, derechos humanos y la liberación de las mujeres dentro del contexto teológico.

Una de sus obras más influyentes es "La mujer que sabe", donde examina el rol de la mujer en la sociedad y en la iglesia, desafiando las narrativas tradicionales que han relegado a las mujeres a un segundo plano. En este libro, Tamez no solo ofrece una crítica a la posición histórica de las mujeres, sino que también propone alternativas que buscan empoderar a las mujeres en su vida espiritual y comunitaria.

A lo largo de su carrera, Tamez ha escrito numerosos artículos y libros que tratan sobre la relación entre la fe y la justicia social, así como la necesidad de una interpretación bíblica que sea sensible a las realidades de las comunidades marginadas. Su enfoque teológico feminista ha resonado en muchas partes de América Latina y ha inspirado a nuevas generaciones de teólogos y activistas.

Tamez también ha participado en numerosas conferencias y talleres alrededor del mundo, donde ha compartido su visión sobre la teología de la liberación, enfatizando la importancia de que la teología se arraigue en las experiencias vividas de las personas. Su compromiso con la formación de líderes feministas en la iglesia es otro aspecto significativo de su legado, contribuyendo a abrir espacios para que las voces de las mujeres sean escuchadas y valoradas en contextos religiosos.

Además de su trabajo académico, Elsa Tamez ha sido una figura prominente en movimientos sociales que abogan por la justicia y la dignidad de todos los seres humanos. Ha enfrentado desafíos y críticas, especialmente en un contexto donde la lucha por los derechos de las mujeres y la equidad de género sigue siendo una tarea compleja y a menudo peligrosa. Sin embargo, su tenacidad y su fe en la transformación social continúan inspirando a muchos.

En resumen, Elsa Tamez es una figura clave en la teología contemporánea, cuyas contribuciones han ampliado el horizonte de la reflexión teológica en América Latina. Su trabajo resuena no solo en el ámbito académico, sino también en la vida de quienes luchan por un mundo más justo y equitativo.

Haciéndose Niño Dios nos enseña el gran amor que nos tiene. Este libro aspira a que los lectores profundicen o redescubran cómo Jesús nos ama. Siempre podemos caer más en la cuenta de la maravillosa realidad de que a Dios le importamos tanto que para esto vino a la tierra: para expresarnos su amor y hacernos hijos suyos. Cuando somos conscientes, aunque sólo sea parcialmente, de lo que significa que Dios haya venido a nuestro mundo, se despierta el deseo de agradecer tanto amor: Sic nos amantem quis nos redamaret?: "A quien así nos ama ¿quién no le amará?" (Himno, Adeste fideles)....

He aquí una joya de la iluminación. En este libro ameno y divertido, Osho revela la belleza, la profundidad y el misterio del Zen. Lo absurdo, lo cómico y lo paradójico de las historias del Zen pretende dinamitar el corsé que nos hemos construído y llegar a ver por nosotros mismos. Estos discursos sobre el Zen nos conducen a un entendimiento mucho más profundo de nuestro ser y nuestra vida.

Hoy vivimos una ausencia de maestros y referentes espirituales. Sin embargo, se ha constatado que tres de cada cuatro jóvenes tienen interés por la vida espiritual. Esta obra desea iluminar el itinerario que supone el acompañamiento espiritual.

La existencia de dios, o el concepto de dios es tan importante para el hombre que todas las culturas han moldeado sus logros invocándolos. En nuestra época también muchas de nuestras decisiones se hacen como en épocas pretéritas invocándolos. Su sola invocación hace que la humanidad se divida en creyentes y no creyentes, pero a la vez la invocación de su nombre –cualquier nombre– conforme a las religiones existentes, han servido para hacer actos heroicos y cosas muy importantes para la humanidad, contrastando con otras que han generado masacres execrables, fechorías repudiables y ...