Adolf Hitler nació el 20 de abril de 1889 en Braunau am Inn, una pequeña ciudad en la frontera entre Austria y Alemania. Desde joven, mostró interés por el arte y la arquitectura, pero sus ambiciones de convertirse en artista se vieron frustradas cuando fue rechazado en la Academia de Bellas Artes de Viena. Estos fracasos personales, junto con su creciente interés por la política, moldearon su futuro y el de Europa en el siglo XX.
En 1913, Hitler se trasladó a Múnich y, al estallar la Primera Guerra Mundial, se alistó en el ejército alemán. Sirvió como mensajero y fue herido en dos ocasiones. A pesar de sus experiencias, la derrota de Alemania en 1918 lo dejó profundamente desilusionado. Tras la guerra, se unió al Partido de los Trabajadores Alemanes, que más tarde se transformaría en el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP), comúnmente conocido como el Partido Nazi.
Hitler rápidamente ascendió en las filas del partido, gracias a su habilidad oratoria y su carisma. En 1923, intentó un golpe de estado conocido como el Putsch de Múnich, que fracasó y lo llevó a ser encarcelado. Durante su tiempo en prisión, escribió Mein Kampf ("Mi lucha"), un libro que expone sus ideologías políticas y raciales, así como sus planes para Alemania.
Tras su liberación, Hitler se dedicó a reorganizar el Partido Nazi. En los años 30, Alemania enfrentaba una grave crisis económica y social, lo que permitió que su mensaje de nacionalismo extremo, antisemitismo y revanchismo resonara en una población desesperada. En 1933, fue nombrado Canciller de Alemania y rápidamente consolidó su poder, estableciendo una dictadura totalitaria. Su gobierno se caracterizó por la persecución de minorías, la censura de la prensa y la eliminación de la oposición política.
- Antisemitismo: Hitler implementó políticas raciales que llevaron a la exclusión de los judíos de la vida pública y culminaron en el Holocausto, donde millones de judíos y otros grupos fueron asesinados en campos de concentración.
- Expansionismo: Buscando expandir el territorio alemán, inició una serie de agresiones militares que llevaron a la Segunda Guerra Mundial en 1939, comenzando con la invasión de Polonia.
- Guerra Total: Durante la guerra, Hitler tuvo un control absoluto sobre las decisiones militares, lo que llevó a varios fracasos estratégicos, como la fallida invasión de la Unión Soviética.
La guerra trajo consigo un sufrimiento indescriptible y la eventual derrota de Alemania en 1945. A medida que las fuerzas aliadas avanzaban, Hitler se vio acorralado en su búnker en Berlín. El 30 de abril de 1945, a medida que se acercaba la inevitable derrota, Hitler se suicidó junto a su esposa, Eva Braun.
El legado de Adolf Hitler es uno de los más oscuros de la historia moderna. Su ideología y las atrocidades cometidas durante su régimen han dejado una marca indeleble en el mundo. La Segunda Guerra Mundial resultó en la muerte de decenas de millones de personas y cambió el curso de la historia global.
La figura de Hitler sigue siendo objeto de estudio y debate, reflejando los peligros del extremismo y la intolerancia. Su vida y acciones sirven como un recordatorio de la importancia de la vigilancia y la defensa de los derechos humanos en la actualidad.