fue un antropólogo, sociólogo y abogado estadounidense, nacido el 21 de noviembre de 1818 en Aurora, Nueva York, y fallecido el 14 de diciembre de 1881 en el mismo estado. Es conocido por sus investigaciones pioneras en el estudio de las sociedades indígenas de América del Norte, así como por su teoría de la evolución social, que tuvo un impacto duradero en el desarrollo de la antropología y la sociología modernas.
Desde joven, Morgan mostró interés por la ergonomía y la organización social de las comunidades. Se graduó en la Universidad de Nueva York en 1840 y, posteriormente, trabajó como abogado. Sin embargo, su verdadera pasión era la investigación social. Su interés por las comunidades indígenas surgió durante su trabajo en una población de la tribu de los Iroqueses, donde se involucró con su cultura y sus prácticas sociales.
Una de las contribuciones más significativas de Morgan fue su estudio de la tribu iroquesa, que culminó en la publicación de su obra más conocida, The League of the Iroquois en 1851. Esta obra es considerada un hito en la antropología, ya que Morgan brindó un análisis detallado de la estructura social, las costumbres, el gobierno y el sistema de parentesco de los Iroqueses. Morgan notó que esta sociedad tenía un sistema de parentesco complejo y que la familia nuclear no era la única forma de organización social, lo que desafió las ideas de la época sobre el desarrollo social.
Otro de los aportes notables de Morgan fue su obra Systems of Consanguinity and Affinity of the Human Family, publicada en 1871. En este libro, presentó una clasificación de las relaciones de parentesco en diferentes sociedades, lo que lo llevó a proponer su conocida teoría de la evolución de las sociedades humanas. Morgan identificó tres etapas de desarrollo social: salvajismo, bárbaro y civilización. Esta teoría se basaba en la idea de que las sociedades evolucionan a través de una serie de etapas, cada una caracterizada por avances en la tecnología, el sistema de parentesco y las instituciones sociales.
La influencia de Morgan se extendió más allá de la antropología. Sus ideas fueron fundamentales para los escritos de Karl Marx y Friedrich Engels, y su análisis del desarrollo social contribuyó a la comprensión de las dinámicas de las sociedades. Engels, en particular, se basó en las ideas de Morgan sobre la familia y la propiedad en su obra El origen de la familia, la propiedad privada y el estado, destacando la importancia de su trabajo en el contexto del materialismo histórico.
Además de su trabajo teórico, Morgan también era un defensor de los derechos de los pueblos indígenas. Abogó por la protección de sus tierras y tradiciones, y fue un crítico de las políticas gubernamentales que amenazaban su forma de vida. Su compromiso social y político resonó en su trabajo, lo que le permitió ser un puente entre las culturas indígenas y la sociedad estadounidense más amplia.
La obra de Lewis H. Morgan sigue siendo relevante hoy en día, no solo por sus contribuciones académicas, sino también por su visión sobre la diversidad cultural y las interacciones sociales. Su enfoque empírico y su profundo respeto por las sociedades que estudió sentaron las bases para la antropología cultural moderna y la etnografía.
En reconocimiento a sus aportes, Morgan es recordado como un pionero en el estudio de las sociedades indígenas y un precursor de la antropología moderna. Su legado persiste en las discusiones contemporáneas sobre parentesco, estructura social y el impacto del colonialismo en las culturas indígenas.