Los clanes de la tierra helada

E.L. “CONCILIUM” es la historia de los últimos representantes de la humanidad en un futuro distante, narrada por una entidad no humana durante los momentos finales del universo conocido. En ella encontrará algunas referencias a la energía espiritual, la experiencia de viajes astrales o el mundo onírico que le sirven de puente conector para entender a la perfección el ambiente de ese futuro tan lejano y verlo como un espejo coetáneo de nuestra época. El relato pretende ampliar la esfera del conocimiento, invitando a los lectores a transportarse en el tiempo y el espacio a lugares y...

Postrado en una cama de hospital, el inspector Alan Grant se aburre mortalmente. Ni las anémonas de la señora Tinker, su ama de llaves, ni el ruibarbo estofado de la enfermera Darroll logran animarlo. Pero un día llega su amiga, la actriz Marta Hallard, con una vieja postal de Ricardo III, y Grant queda fascinado por su enigmático rostro. Ese no es el rostro de un monstruo jorobado, ni del supuesto asesino de niños que cuentan los libros de historia. Con la ayuda del joven y enamoradizo Brent Carradine, investigador del Museo Británico, Grant se zambulle en la Inglaterra de la guerra de ...

La montaña del origen, incurre en el relato de viaje a la manera de los narradores del Renacimiento y el Siglo de Oro (Rabelais, Cervantes, etc.), es decir, el viaje ficticio a un lugar imaginario. Una expedición arqueo-antropológica busca en el Sudeste Asiático, una montaña mencionada en la inscripción de una pieza de alfarería. Dirige y narra un antropólogo que ha ganado un premio de investigación con un trabajo donde se postula la existencia actual de ese espacio sagrado donde un hombre crea vida. El premio está patrocinado por una Fundación de una multinacional japonesa de la...

Un verdadero artefacto literario que con poesía, música y originalidad recorre en un mismo viaje París, Buenos Aires y los rincones más inaccesibles de un grupo de personas que, en el afán de encontrarse, se escapan de sí mismas. «En pleno contento precario, en plena falsa tregua, tendí la mano y toqué el ovillo París, su materia infinita arrollándose a sí misma; entonces no había desorden, entonces el mundo seguía siendo algo petrificado y establecido, un juego de elementos girando en sus goznes, una madeja de calles y árboles y nombres y meses.» En Rayuela (1963), Julio...